Lloraré cuando no te vea, por el miedo a verte, por el no tenerte, por no tener la culpa de no acercarme, de besarte, de amarte y no quererte.

La cantidad nunca me importó, la calidad no llegó

Y cuando el amor no llega a cubrir tus necesidades, quiebra los sueños, destroza corazones. Dibuja una sonrisa en tu rostro, alza la vista, camina hacia el frente, corre tras la pista. Intenta saborear las mieles de la derrota, esperando encontrar la dulzura de la victoria tras la carrera del azar. Sigue mi ritmo, a tu paso, vagando por el suelo que yo un día ya he besado. Sufriendo por un amor no correspondido, por una esperanza sin abrigo. Calor, cuando te acercas, cuando tus pechos alumbran mi camino hacia tus piernas. Cuando la noche te presenta, radiante, preciosa, una diosa.

Las calles descansan, mi mente no, tu sí. La frialdad que ellas presentan y tu atesoras. La calidez que ellas presentan y tu me robas. Esos ojos que me enamoraron de mediatarde, esos labios que desee, soñando con catarlo de medianoche como si no hubiese ayer.

Locura de medianoche, trastorno del sueño, pensando en tus reproches. O los míos, los que nunca conseguí reprocharte. Esos que no merecía y tu me brindaste. Esos que mi mirada, quebraron, y eso, mientras yo te amaba como si fueras la mujer de mis sueños

Combino medidas, el deber de no querer, la necesidad de amarte, el porque de perseguirte, y el sin sabor de no probarte. La desdicha de tus besos, y el calor de tus versos, el amor entre lineas, las palabras mal medidas.

Camino de día, vislumbro sueños a tu medida, canciones de amor de despedida, siluetas de chicos que desearias, tumbonas de playa sin su sombrilla

Vivo la vida, con los sufrimientos del deseo de compartirla, con los dolores de las caricias, del amor no correspondido, de los besos de media noche que te inventas, de la luz de la luna alumbrando penas.

Te quise, te perdí, te bese, fui junto a ti. Te abraze, en mis brazos te envolví, te susurre al oído todo lo que por ti había sentido. Te dibuje una rosa en tu piel, aquella noche, contigo, tu, yo y el te.

Un color, azul como el mar. Un sueño, volver a triunfar. Años en el infierno semejan una eternidad. Dificultades, incompresion, desamor, todo por sufrirlo. Camino largo, empedrado, incovenientes al avanzar. Ahora que estamos tan cerca, ahora que podemos soñar, no nos robéis la ilusión, pensar un poco más allá. Llevar esa camiseta pensando en las miles de almas que cada noche te alentan, esos miles de fieles que sufrieron a cada paso, en este largo camino. Muchos se quedaron en la gloria, pero otros muchos te acompañaron hasta ahora. Sigue no pares, sufriremos hasta el final. Ponerle huevos, juntos vamos a ganar!